por: Nallely Alarcón*

Querida amiga Lilith,

He hablado de ti con mi mamá y mi hermana, no me han creído, dicen que estoy inventando todo y que es parte de mi demencia. Dicen que estoy loca o poseída porque no se explican cómo es que soy capaz de escribir y hablar con tantas palabras desconocidas para ellas. Yo les he dicho que has sido tú la que me ha enseñado y que desde entonces ese hueco que apachurraba mi pecho ha ido desapareciendo. Me han dado muchas ganas de elegir lo que quiero y lo que no, incluso les he confesado de mi deseo por no ser madre. Se asustaron y muy bajito para que nadie más escuchara me dijeron “eso no es algo que te toque elegir a ti muchacha”. Creo que no se lo han tomado muy bien.

Durante todo este tiempo han intentado protegerme y no decirle nada a mi padre, pero cada vez están más asustadas y han hablado a escondidas sobre qué decirle a la gente cuando no me ven durante mucho tiempo ni haciendo los deberes porque me desaparezco para reunirme contigo. Les he dicho que vengan, que tú puedes mostrarles cosas nuevas, pero no me creen y piensan que estoy endemoniada.  

Ya no sé qué hacer para que me crean, te dejo esta carta porque cada vez estoy más vigilada. Espero pronto poder venir a hablar contigo y que por fin conozcas a mi hermana y a mi madre.

Querida amiga Tona,

Me entristece mucho leerte tan angustiada, pero no te preocupes, pronto tu mamá y tu hermana sabrán que existo. Cuéntales que no necesitan verme para creer en mí, que lo que necesitan no es mirar hacia fuera sino hacia dentro. Cuéntales que es nudo en la garganta, esa revoltura en el estómago y ese hervor en la sangre que sienten cada vez que tu padre les atormenta soy yo respaldándolas en su enojo y protegiéndolas de lo injusto. Diles que pueden verme en sus sueños más alegres, esos en donde sienten ligeras a tal punto que pueden volar.

Sé que pronto nos veremos querida amiga.

Amiga Lilith,

Ha sido increíble, dicen que han podido verte en sus sueños, que les has dado mucha paz. Te quieren y quieren compartir lo que sienten con el resto de las mujeres. Cada vez somos más.

Estas cartas, mis queridas estudiantes, fueron encontradas hace casi 500 años y  representaron el inicio de la sororidad, esa que hasta hoy en día están presentes en cada una de esas mujeres rebeldes que luchan incluso cuando todo está en su contra. Que está presente incluso en cada una de ustedes aunque a veces se sienta un poco perdido.

*Nallely Alarcón, licenciada en sociología por la FCPyS-UNAM. Interesada en el estudios de la maternidad feminista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.